ALCANZANDO MI OBJETIVO

Como la oruga que camina por esa hoja,  día tras día, solo esperando el momento para transformarse  en lo que está destinada a ser, solo existe un pensamiento, solo es guiada por un propósito firme y convincente, convertirse en  una bella mariposa de colores fantásticos y llamativos. Como el sol que espera con ansias  que las sombras de la noche se marchiten y se retiren para salir con sus impactantes rayos y alumbrar un mundo en oscuridad.  La semilla de trigo es calentada por los vientos tibios de la noche y regada por el roció de la mañana para nacer, crecer y reproducirse a ciento por uno. 

 El salmón, hermoso pez de aguas heladas emprende una misión suicida, pero a pesar de ese temor, comienza a nadar rio arriba por cientos de kilómetros, venciendo toda clase de obstáculos, como las fuerzas de las corrientes, el asecho de los osos hambrientos, el cansancio agotador, pero nada lo detiene, hasta llegar a ese oasis de aguas termales, donde da a luz a cientos de huevecillos, sus vástagos, retoños dorados, por el cual emprende su meta, una vez alcanzada  su gran ilusión, comienza a dormir para siempre.   

La flor de primavera espera largos meses, y sobrevive a las crueles temperaturas del invierno, el frio intenso aguijonea sus delicadas raíces, aunque casi asfixiada no se da por vencida, lucha hasta alcanzar su meta y  su propósito es salir y hablar con el sol, y mostrar al mundo su belleza, infinidad de colores y hermosas texturas, el olor grato y fragante que pone a prueba el sentido del olfato. La poderosa águila, cuando llega a la edad adulta y cumple cincuenta años,  tiene que tomar una decisión, morirse o comenzar un arduo y doloroso proceso de renovación,  decide no morirse si no que emprende el vuelo  hasta llegar a la  cúspide de la  montaña más alta y comienza a renovar sus poderosas garras, a quitarse pluma por pluma, y a golpear en la roca  su pico largo y enrollado,  hasta botarlo y esperar que le nazca uno nuevo.

Con plumas nuevas, garras y pico transformados, esta hermosa ave de caza está lista para surcar los cielos y  vivir otros cincuenta años. La naturaleza nos enseña de innumerables ejemplos que todo ser vivo tiene un propósito en este mundo, si los animales que son seres inferiores y  actúan por instinto y realizan todo  lo que están destinados a ser, ¿Cuánto más el ser humano, que es la corona de la creación y tiene un poderoso cerebro?,  nadie está por casualidad o por accidente, todos tenemos una meta por alcanzar, un lugar donde llegar, porque cuando se llega allí todo es placentero,  todo es  felicidad.

Libro, (Dònde està mi èxito. Josè Velàsquez)