sábado, 25 de abril de 2020

NUNCA ME RINDO














Las gotas de lluvia hermosas e idénticas de color transparente, no se  detienen una tras otra caen  y se estrellan contra el peñasco que está en el flanco de la montaña. La roca dura y sólida, se despliega como  un acorazado escudo y protege su interior. Pero no pueden librarse del daño de las gotas de lluvia que continuamente caen, día tras día hasta que finalmente se llevan una buena parte de la montaña. Siempre daré un paso más, y si no es suficiente daré otro y aun otro. Perseverare hasta alcanzar mi objetivo. Como la hormiga pequeño insecto que me enseña grandes lecciones en la vida, que trabaja una y otra vez sin descanso, prepara su comida en el verano para estar prevenido en el invierno.
Su carga es más pesada que su pequeño cuerpo, pero sigue adelante, si encuentra obstáculos en su camino, sigue adelante, si no puede pasar busca otro camino, ya sea por arriba, por atrás, por otro lado, siempre sigue adelante, nadie la detiene su propósito es llegar hasta su meta, a su preciado hormiguero, donde está su hogar, y su familia.

Siempre daré un paso más, caminare la milla extra, porque la vida no da al que necesita, sino al que merece, al que siembra, al que persevera. Las recompensas de mi  vida siempre estarán  al final de la jornada y no cerca del comienzo, por eso siempre caminare más de lo que mi cuerpo desea. Las perlas,  hermosas joyas  deseadas,  no se encuentran en la playa, no están en las corrientes frondosas de los ríos, están en la profundidad  del océano, esperando solo al valiente que persevera en las aguas heladas y profundas. Un paso más daré, aunque las fuerzas que me acompañaron al principio ya no estén, seguiré adelante a un cuando el gozo y  el entusiasmo solo sean un recuerdo.

Persistiré cuando todos me critiquen y este solo, cuando la lluvia llegue  y moje mi costado, cuando el sol me caliente  con sus rayos y queme mi piel. Un paso más y estaré cerca de mi éxito,  un ladrillo a la vez y pronto estará el majestuoso rascacielos. Perseverare hasta el final así como lo hice la primera vez, en ese mundo oscuro y silencioso cuando mi vida dependía de esa victoria. Cuando mi embrión  era  visto por el creador, cuando mis oponentes se contaban por millones. Con ese mismo poder daré un paso más hoy,  y persistiré una y otra vez nunca me daré por vencido, borrare de mi vocabulario la palabra imposible y luchare  hasta llegar a la meta que  anhela mi corazón.  

Libro. (Dònde està mi èxito. Josè Velàsquez)                                            


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