Las gotas de lluvia hermosas
e idénticas de color transparente, no se
detienen una tras otra caen y se
estrellan contra el peñasco que está en el flanco de la montaña. La roca dura y
sólida, se despliega como un acorazado
escudo y protege su interior. Pero no pueden librarse del daño de las gotas de
lluvia que continuamente caen, día tras día hasta que finalmente se llevan una
buena parte de la montaña. Siempre daré un paso más, y si no es suficiente daré
otro y aun otro. Perseverare hasta alcanzar mi objetivo. Como la hormiga
pequeño insecto que me enseña grandes lecciones en la vida, que trabaja una y
otra vez sin descanso, prepara su comida en el verano para estar prevenido en
el invierno.
Su carga es más pesada que su pequeño cuerpo, pero sigue adelante,
si encuentra obstáculos en su camino, sigue adelante, si no puede pasar busca
otro camino, ya sea por arriba, por atrás, por otro lado, siempre sigue
adelante, nadie la detiene su propósito es llegar hasta su meta, a su preciado
hormiguero, donde está su hogar, y su familia.
Siempre daré un paso más,
caminare la milla extra, porque la vida no da al que necesita, sino al que
merece, al que siembra, al que persevera. Las recompensas de mi vida siempre estarán al final de la jornada y no cerca del comienzo,
por eso siempre caminare más de lo que mi cuerpo desea. Las perlas, hermosas joyas deseadas,
no se encuentran en la playa, no están en las corrientes frondosas de
los ríos, están en la profundidad del
océano, esperando solo al valiente que persevera en las aguas heladas y
profundas. Un paso más daré, aunque las fuerzas que me acompañaron al principio
ya no estén, seguiré adelante a un cuando el gozo y el entusiasmo solo sean un recuerdo.
Persistiré cuando todos me
critiquen y este solo, cuando la lluvia llegue
y moje mi costado, cuando el sol me caliente con sus rayos y queme mi piel. Un paso más y
estaré cerca de mi éxito, un ladrillo a
la vez y pronto estará el majestuoso rascacielos. Perseverare hasta el final
así como lo hice la primera vez, en ese mundo oscuro y silencioso cuando mi
vida dependía de esa victoria. Cuando mi embrión era
visto por el creador, cuando mis oponentes se contaban por millones. Con
ese mismo poder daré un paso más hoy, y
persistiré una y otra vez nunca me daré por vencido, borrare de mi vocabulario
la palabra imposible y luchare hasta
llegar a la meta que anhela mi
corazón.
Libro. (Dònde està mi èxito. Josè Velàsquez)
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